En casi todos los ámbitos de las infraestructuras China está muy atrasada con respecto a su propio desarrollo económico y con otros países emergentes. La transformación de las empresas estatales ?una de las tareas pendientes más difíciles? conlleva fuertes inversiones en infraestructuras que las hagan competitivas en un mercado abierto. Esta necesidad es tanto mayor si se pretende desarrollar las zonas del interior y paliar el creciente desequilibrio entre la costa y el resto del país. En 1998 las inversiones en infraestructuras en China fueron financiadas en un 13% por capital extranjero. El reciente acuerdo con la Unión Europea y la futura entrada del país en la OMC impulsarán la participación de la IED en este sector.