Autor: Isaac Martín Lupíañez
Editorial: Comares
Fecha: 2021
Páginas: 350
Lugar: Madrid

El islam español contemporáneo

A pesar del vínculo histórico concreto entre el islam y España, los asuntos relativos al islam y a los musulmanes no estructuran necesariamente el debate público. El libro de Lupíañez, es una exposición detallada y pedagógica, repleta de datos útiles, del islam en general y en su variante española en particular.
Barah Mikaïl
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A diferencia de lo que pueda prevalecer en un país cómo Francia, en España los asuntos relativos al islam y a los musulmanes no estructuran necesariamente el debate público. A pesar de que el aspecto histórico-cultural está virtualmente presente, habida cuenta del vínculo histórico concreto entre el islam y España.

Es uno de los motivos por que la aparición de la obra El islam español contemporáneo. Una aproximación socioantropológica merece destacarse. Sí, hay libros sobre la realidad del «hecho musulmán» en España, pero probablemente faltaba un balance del tema que, como este escrito, gire sobre la época contemporánea.

El libro de Lupiáñez es voluminoso, pues pretende ser exhaustivo. Partiendo de la realidad sociológica preponderante entre los musulmanes residentes en España, y sugiriendo un tránsito histórico de un «islam en España» a un «islam español», el autor destaca numerosos hechos que informan sobre la situación de una comunidad musulmana sobre la cual contamos con más estimaciones que hechos concretos. En particular, descubrimos que en España solo unos dos millones de musulmanes residen permanentemente en el territorio, entre todas las categorías (nacionales, nacionalizados, conversos…). Es conocido que el número de marroquíes de origen es mayoritario, pero tal vez sorprenda más el que a esta comunidad la sigan, en número de ciudadanos musulmanes, los paquistaníes y los senegaleses, seguidos de los argelinos de origen o de nacionalidad.

Igual de interesante es la exposición detallada que lleva a cabo Lupiáñez de la realidad institucional musulmana en España. Es lógico que se persiga la institucionalización del islam, por la importancia de que los musulmanes de España dispongan de un referente oficial para sus asuntos religiosos. Es interesante, no obstante, ver que, también en España, las rivalidades y luchas por el poder han ocupado el primer plano. El relato de las evoluciones —y posteriormente rivalidades— entre la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI), feudo marroquí, y la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE) —aparentemente menos connotada, sobre todo por haberla dirigido largo tiempo con prudencia y sutileza el fallecido Riay Tatary— es muy detallado. En parte, el autor lo basa en los testimonios de personalidades de primera fila, algunas de las cuales prefieren mantenerse en el anonimato. Asimismo, Lupiáñez explica muy bien cómo la Comisión Islámica de España (CIE), interlocutor oficial representativo del islam y de los musulmanes ante la Administración española, no fue más allá de esos mismos desacuerdos. Ahora bien, el autor no explica esa aparente pasividad del Estado español ante el antagonismo existente entre estas dos instancias, ni a qué responde realmente.

Siempre en el marco de los hechos estructurales importantes para comprender la historia del culto musulmán en España tal como el ensayista los establece, se leerán con gran interés todos los pormenores relativos a ciertas personalidades-incondicionales del islam español (Mansur Escudero, Mounir Benjelloun…), así como aquellos sobre Riay Tatary. Además de los detalles factuales destacados, Lupiáñez no duda en evocar elementos relacionados con las acciones y la reputación de esas personalidades, que ponen de manifiesto, por extensión, la gran opacidad que rodea ciertos recovecos de la cuestión. En especial, nos quedaremos con la reputación adquirida por Tatary de ser, en parte, informador de los servicios de inteligencia españoles, algo que nunca se ha podido confirmar de manera oficial.

Además de las entrevistas mencionadas, el conjunto de referencias repartidas por esta obra supone también una muestra adicional de la calidad y de la seriedad del autor. En cierta medida, la voluntad de Lupiáñez es reflexionar sobre el tema y ser tan exhaustivo como sea posible, al cubrir un campo fascinante de recursos, que apelan tanto a los expertos informados españoles—o hispanizantes— como a las internacionales. No obstante, este rigor implacable del autor beneficia sobre todo a los pilares mencionados. Por lo demás, la obra se ahoga en ocasiones en digresiones que parecen exceder con mucho su objetivo principal.

Por ejemplo, se podría señalar la presencia, a veces exagerada, de tramas teóricas que pretenden introducir los capítulos y su propósito. Hay que reconocer, desde un punto de vista científico, el gran valor añadido que representan las exposiciones que recuerdan teorías fundamentales apreciadas de Max Weber, Emile Durkheim, Karl Marx o hasta Pierre Bourdieu. Lo mismo con respecto a la cronología de las comunidades e ideologías del islam (sunismo, chiismo, malekismo, chafeismo…). No obstante, uno también acaba a menudo preguntándose si esos marcos teóricos suponen una aportación realmente fundamental para comprender la realidad del islam español contemporáneo: de vez en cuando, se impone una sensación de desfase, con la yuxtaposición de recordatorios teóricos pertinentes en última instancia, así como exposiciones factuales más específicas del tema abordado en la obra.

Por otro lado, si bien Lupiáñez despliega un modelo de análisis pertinente sobre muchos temas relativos al islam contemporáneo en España, como la realidad demográfica de los musulmanes en este país, o la cronología de la evolución del culto mahometano, muestra menos atención a los detalles a la hora de abordar otros temas. Los capítulos dedicados al orden y el control social del islam en España, a las ideologías y a las identidades dominantes en el islam español, a las repercusiones de los atentados del 11-S en la percepción por parte de la sociedad española de esta religión o de sus practicantes, o incluso a la actitud de los gobiernos sucesivos frente a los órganos representativos del islam español, dejan a menudo insatisfecho al lector. En cambio, los planteamientos sobre el grado de islamofobia prevalente en España y sus variaciones son claros en términos cuantitativos, aunque hubiesen merecido una exploración mejor de los elementos coyunturales y causales correspondientes.

Resumiendo, El islam español contemporáneo es un libro inestimable gracias al rigor y la calidad de su autor. Es fuente de datos útiles, tanto para los especialistas en el tema, que hallarán en sus páginas un gran número de estadísticas y de indicaciones valiosas, como para el resto del público general interesado en un enfoque pedagógico del islam en general y en su variante española en particular. Un libro que merece, por consiguiente, figurar en toda librería que se precie y que, sin duda, supone una de las referencias sobre el tema del islam contemporáneo en España.