Ante la tregua de ETA y las negociaciones de paz en marcha, se multiplican las propuestas sobre cómo encauzarlas. Este artículo plantea la necesidad de un acuerdo al estilo del de Stormont, sin condiciones previas y del que no se excluya ninguna realidad política o sociológica. Los resultados de toda negociación serían luego sometidos a consultas populares.