La crisis financiera y el colapso del mercado global de crédito han puesto fin al ciclo económico expansivo abierto en 2004, con crecimientos medios del PIB mundial del cinco por cien. Todos los países sufrirán sus efectos, que serán más acusados en EE UU, Reino Unido y España.
En el último lustro, la economía mundial ha vivido uno de los periodos más brillantes de las tres últimas décadas, que se ha denominado la “Edad Dorada”. Una de las claves para entender esta etapa ha sido la accesibilidad al crédito y a tipos de interés y primas de riesgo históricamente bajos. La crisis financiera ha puesto fin a este mundo idílico y la restricción crediticia es la nueva realidad a la que se enfrenta la economía mundial.
Comencemos por la teoría de los cisnes negros y la crisis de las subprime. El paradigma afirma que los cisnes son blancos, por tanto cuando alguien ve un cisne negro piensa que es una anormalidad. Sin embargo, si vemos dos cisnes negros debemos comenzar a cuestionarnos el paradigma, y si vemos más de dos hay que investigar si también los cisnes son negros. La realidad es que en Nueva Zelanda se ha producido una mutación genética y hay una colonia de cisnes, igual de esbeltos que los de Centroeuropa, pero con una peculiaridad: sus plumas son negro azabache.
En economía, y especialmente en finanzas, el paradigma es que los mercados son eficientes. Los economistas hace décadas que han llegado a la conclusión de que los mercados financieros se comportan de manera caótica. En la mayoría de sesiones, el caos es determinístico y las decisiones de los inversores cumplen ciertas regularidades. Sin embargo, cuando la incertidumbre se adueña de los mercados, los inversores no pueden valorar correctamente los riesgos que están asumiendo y se…