Las opciones del BJP para liderar India durante la próxima década se mantienen firmes, aunque la inquietud y el nivel de exigencia de los electores indios aumentarán con el paso de la legislatura. La nueva India es impaciente, pero según las encuestas sigue confiando en el efecto Modi.
Narendra Modi logró una histórica y arrolladora victoria en las elecciones generales de mayo de 2014 en India. Bajo su liderazgo, el Bharatiya Janata Party (BJP) superó todas las expectativas, alcanzando una mayoría absoluta inédita en los últimos 30 años y la primera que obtiene un partido que no sea el Congreso Nacional Indio –tradicional fuerza dominante en la política local. Modi aspira, además, a que el suyo sea un mandato transformador que lance definitivamente al país por la senda del desarrollo y permita a India ejercer un liderazgo de alcance global. Su primer año de mandato ha sido menos espectacular de lo esperado. Pero India y el mundo siguen expectantes ante la promesa y la convicción de Modi de que este será, por fin, el “siglo de India”.
Las raíces de la India emergente
Los orígenes de esta India emergente se encuentran en la década de los noventa, cuando se produce un primer cuestionamiento serio de algunos de los principios nehruvianos que han constituido la base sobre la que se ha articulado el país desde su independencia en 1947. La India diseñada por Jawaharlal Nehru, particularmente en lo que se refiere a su política económica y su orientación estratégica, agota sus posibilidades en 1991 con la bancarrota del país y el hundimiento de la Unión Soviética. En la economía nehruviana, de inspiración Fabiana y orientación socialista, se producía un fuerte dirigismo estatal y sectores claves como la banca estaban nacionalizados. Como resultado, la economía india estuvo estancada décadas, con el…