A través de sus proyectos y cooperativas, empresarias, mujeres de la política, de la escena cultural y social contribuyen al desarrollo del país.
Con sólo pegar un pequeño salto por mar o aire, ya se han salvado los 14 kilómetros que separan Europa de Marruecos. Las nuevas líneas aéreas de bajo coste y las recientemente estrenadas vías marítimas para pasajeros impulsadas desde el gigante portuario, Tanger Med, situan al país magrebí en una casilla prometedora, la de los países emergentes. Este esfuerzo, a partir de la entronización del monarca Mohamed VI, por acortar distancias, tiene como objetivo desalojar a Marruecos del puesto de los países atrasados y colocarlo en una posición privilegiada tal y como ya recoge el acuerdo de Estatuto Avanzado firmado con la Unión Europea.