El crimen organizado es un fenómeno global. Los sistemas legales están basados en los terrorismos nacionales, mientras el crimen no tiene límites. Esto hace imprescindible un extenso marco internacional. Un paso importante hacia adelante se ha dado en la Unión Europea: una serie de acuerdos está permitiendo una mayor eficacia en la lucha contra el crimen. Entre ellos está Europol, que el autor analiza en detalle.