Autor: Donald Trump y Tony Schwartz
Editorial: Random House
Fecha: 1988
Páginas: 400
Lugar: NY

El arte de la hipérbole sincera

En este ‘best-seller’ de 1988, Donald Trump repasa parte de su vida, admitiendo que no siempre ha seguido las reglas.
José M. de Areilza
 | 

La posibilidad de que Donald Trump vuelva a la Casa Blanca hace relevante la pregunta sobre cómo sería su política exterior en un segundo mandato. Es cierto que, como ha observado el embajador Javier Rupérez, el magnate neoyorquino ya ha gobernado sin trazar una política exterior reconocible. Esta falta de planificación, método y estrategia será sin duda el rasgo definitorio de su eventual regreso al poder. Su carácter impredecible y su poco interés por entender el mundo le llevaron en sus cuatro años en la Casa Blanca hacia el repliegue y el aislacionismo, como tantas veces ha ocurrido en la historia de Estados Unidos. Entre los expertos en política internacional del partido republicano, mutado en un culto al magnate neoyorkino, hoy conviven tres corrientes, aislacionista, chino céntrica y universalista. Pero el factor decisivo en el caso de que Trump se alce con la victoria será de nuevo la compleja personalidad del expresidente y sus impulsos.

Por eso, además del estudio de su escueto programa electoral y de la ejecutoria internacional de Trump entre 2016 y 2020, tiene sentido volver al libro que publicó en 1989, titulado “el arte de la transacción”, en el que revela los principales elementos que definen su manera de gestionar. En este best-seller, Trump ofrece sus claves de la gestión del poder, aplicables no solamente a los negocios sino a la política.

 

«La falta de planificación, método y estrategia será sin duda el rasgo definitorio de su eventual regreso al poder»

 

El magnate repasa con la ayuda del periodista Tony Schwartz su trayectoria en el mercado inmobiliario de Nueva York y analiza una tras otra las principales operaciones que protagonizó hasta 1988, así como la historia de su familia y su aprendizaje junto a su padre, el carpintero y constructor Fred Trump. Muestra una gran admiración hacia su padre, capaz de progresar sin apoyo alguno. Por un lado, lo reverencia, como si fuera un personaje de las novelas de Horacio Alger, que retrató el llamado sueño americano con tono moralista y definió la fórmula del éxito: esfuerzo individual y suerte.

Por otro, el autor confiesa que se alejó cuando pudo de su padre por la dureza y la violencia del mundo en el que desarrollaba su actividad empresarial. Tal vez la admiración por los llamados hombres fuertes que tiene Trump (Vladimir Putin, Xi Jinping, Viktor Orban) viene de esta experiencia familiar. Pero el libro decepciona al que lo lee buscando ideas novedosas sobre liderazgo. No ofrece mucha elaboración conceptual sobre “el arte de la transacción”, más allá de proclamar que es algo que está o no en tus genes y que por lo tanto solo pueden practicarlo con éxito los elegidos, porque “la mayor parte de las personas tienen miedo del éxito, de ganar, de tomar decisiones”.

En su caso, afirma, “mi estilo es sencillo y directo, apunto muy alto y empujo, empujo hasta conseguirlo”. La finalidad es disfrutar, conseguir la victoria en cada negociación, no parar nunca de encadenar transacciones y proyectos. El libro no habla de las quiebras y problemas judiciales que han plagado su trayectoria.

 

«Trump ofrece sus claves de la gestión del poder, aplicables no solamente a los negocios sino a la política»

 

Trump admite que tuvo tensiones y problemas en su relación con las autoridades y que no siempre ha seguido las reglas. La obra conecta bien con la apreciación en la sociedad estadounidense por el héroe individual, hoy encarnado en la figura del emprendedor tecnológico capaz de transformar la economía, acostumbrado a disfrazar sus carencias con el lenguaje de la disrupción. Al final, el texto subraya más el aspecto irracional y exuberante de su autor que la visión razonable y posibilista de los que piensan que si vuelve a la Casa Blanca se pueden hacer “negocios” con él.