Prueba del desarrollo de alternativas de inversión en el ámbito del agua es la existencia de un índice bursátil, el SGI World Water CW. La evolución del indicador desde su inicio, en 2004, muestra una rentabilidad acumulada superior a la del resto de los mercados bursátiles.
Una de las tesis previas al comienzo de la Gran Recesión (2008-09) era que las economías emergentes podrían ser capaces de crecer aun sufriendo las desarrolladas una recesión. Confirmada la viabilidad del decoupling, el debate se ha trasladado hacia la sostenibilidad de la nueva configuración de la economía mundial, en la que países como China, India, Brasil, Rusia, México, Turquía o Indonesia, se han convertido en los motores. Que países muy poblados y con una renta per cápita reducida sean los que van a liderar el crecimiento futuro tiene implicaciones que, precisamente, generan importantes dudas. Se detectan elementos de vulnerabilidad, entre ellos los que tienen que ver con la disponibilidad de recursos naturales, tanto materias primas, como un bien tan básico como el agua. Porque el agua dulce potable es un recurso con demanda creciente, desigualmente repartido, cada vez más contaminado, caro de transportar y, en ocasiones, malgastado. Y la demanda de agua aumenta a medida que la población mundial, especialmente la de los países emergentes, crece pero, sobre todo, eleva su renta per cápita…