Las mujeres juegan un papel activo en contextos de conflicto. Pero queda mucho para que su inclusión en los procesos de construcción de paz sea una realidad.
A lo largo de la historia las mujeres se han comprometido e implicado políticamente con la construcción de la paz en múltiples ocasiones. Si bien su relación con la paz ha tendido a ser analizada desde el prisma patriarcal, resaltando el hecho de que el ejercicio de la violencia armada en los contextos de conflicto ha sido un asunto generalmente masculino y relegando a las mujeres a la esfera de la victimización, lo cierto es que el activismo por la paz no ha sido un espacio ajeno a la actividad política de las mujeres. Al contrario, pueden encontrarse múltiples ejemplos en la mayoría de conflictos de mujeres constructoras de paz en diferentes ámbitos políticos y sociales. El activismo por la paz de las mujeres ha transcurrido en paralelo a las condiciones sociales y políticas de cada conflicto armado y de cada momento histórico y ha tratado de poner en el centro del debate los profundos impactos de género que tienen en cada contexto. Las mujeres han trabajado y trabajan para prevenir los conflictos armados, para denunciar sus consecuencias, para reclamar negociaciones que pongan fin a la violencia y para reconstruir todo aquello que la guerra destruyó, infraestructuras y tejido social, actividad económica y relaciones comunitarias, entre otros aspectos.
Desde el nacimiento de la disciplina de las Relaciones Internacionales hasta muy recientemente, los conflictos armados se han analizado generalmente desde una perspectiva patriarcal y androcéntrica, que no solo ha obviado los impactos específicos de género, sino también el papel que las mujeres han desempeñado en éstos. Aunque las mujeres sí han sido mostradas como víctimas de los conflictos armados, esta aproximación se ha hecho…