“No tenemos ni idea de cuánto va a costar esta transformación, ni de si nos lo podemos permitir. Esto no es un acuerdo, sino una ideología. Sin respuestas a estas preguntas, el Pacto Verde se convertirá en el Suicidio Verde Europeo”.
Andrej Babiš, exprimer ministro de República Checa, 2021.
En la Cumbre de Glasgow, la Unión Europea se propuso de nuevo asumir un papel de liderazgo en las negociaciones internacionales sobre el clima. Sin embargo, no todos los Estados miembros están dispuestos a seguir el mismo camino, como ilustra la declaración del exprimer ministro checo que abre este artículo. Los gobiernos populistas de derechas de los países de Europa Central y del Este, sobre todo, se han mostrado reacios a apoyar las ambiciosas reducciones unilaterales de emisiones de gases de efecto invernadero que prevé el Pacto Verde de la UE. El fenómeno de la negación y el escepticismo en torno al cambio climático, de hecho, están muy extendidos entre los partidos populistas de derechas de todo el mundo, así como entre sus votantes. Lo que no implica que estos nieguen necesariamente el cambio climático; más bien adoptan un enfoque nacionalista o egoísta sobre el asunto y sobre otras preocupaciones medioambientales relacionadas.
Para captar el fenómeno novedoso de las agendas medioambientales populistas que se oponen o debilitan el liderazgo medioambiental de la UE, hemos elaborado el concepto de “ego-ecología”, con el que buscamos subrayar que los populistas de derechas no se limitan a negar o restar importancia al cambio climático. A menudo, lo que hacen es replantear la agenda, apartándose de la estrategia global de resolución de problemas a largo plazo promovida por la UE y ejemplificada en el Pacto Verde.
«Para los populistas de derechas, el medio ambiente y la política climática están vinculados a valores e identidades…