Las elecciones del 7 de febrero de 2021 en Ecuador y la incertidumbre que generaron debido a los errores y desaciertos antes, durante y después del proceso electoral son el corolario del errático gobierno de Lenín Moreno. La única certeza es el nombre de quienes pasan a la segunda vuelta. En primer lugar, con el 32,7% de los votos, Andrés Arauz, quien –al igual que Moreno– fue designado candidato por el expresidente Rafael Correa ante la imposibilidad de presentarse él mismo por tener una sentencia judicial. La segunda plaza la ocupará Guillermo Lasso, tras imponerse por un escaso margen de 32.600 votos a Yaku Pérez. Lasso es un empresario católico conservador sin carrera política que, en su afán de ser presidente de Ecuador, es la tercera vez que lo intenta, en representación de Creando Oportunidades (CREO), partido que fundó y lidera. Pérez es un dirigente del movimiento indígena con larga trayectoria que se presentaba por Pachakutik. Tras haber ocupado el segundo lugar durante los primeros días del recuento, terminó bajando al tercero e insiste en que se ha consumado un “fraude”.
A la confusión generada contribuyó que la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Diana Atamaint, anunciase a Pérez como finalista cuando la diferencia con Lasso era solo del 0,2%, muy por debajo del margen de error estadístico y a partir de los resultados obtenidos del sistema de conteo rápido, un ejercicio estadístico que se realiza de una muestra de las actas ya escrutadas. Para colmo, en el sistema de ingreso de datos escrutados se dejó para el final el 20% de los votos de la provincia de Guayas, que tenían errores formales en actas, los mismos que le valieron a Lasso para ocupar el segundo lugar. Estos cambios generaron protestas y la deslegitimidad del proceso electoral, llegando al extremo…