La conectividad digital del mundo árabe, aunque heterogénea, es la que más ha crecido en los últimos años, por encima de la media mundia. Mejorar las infraestructuras de conectividad digital y adoptar medidas para atraer la inversión, tanto nacional como internacional, son los grandes retos de la región.
La era digital está impactando de forma cada vez más determinante en las sociedades árabes así como en las economías más avanzadas de la región, encontrándose en un punto de inflexión. Estas sociedades de Oriente Medio y el Norte de África (MENA, en sus siglas en inglés) se caracterizan por su juventud, con un 60% de la población menor de 30 años, y por ser mayoritariamente urbanas. Esta juventud es la mejor preparada de la historia del mundo árabe. Además, tiene un acceso y unos conocimientos de las tecnologías digitales como nunca hasta la fecha. Su capacidad de comunicarse, movilizarse, comprar y vender, de generar empleo, de formarse, de construir y diseminar ideas e ideologías, de emprender proyectos profesionales, de crear contenidos culturales y difundirlos; en definitiva de realizarse y mostrarse a un mundo globalizado, se está haciendo de forma creciente a través de medios digitales.
Así, la conectividad digital del mundo árabe, aunque heterogénea en función de los países y de sus regiones, es la que más ha crecido en los últimos años, por encima de la media mundial. Como muestra, ha experimentado un crecimiento exponencial de usuarios de Internet, aumentando un 600% entre 2001 y 2014, según el Arab Knowledge Report de 2014. Igualmente, y según este mismo informe, la penetración de Internet ha pasado del 32% de la población en 2012 a una previsión del 57% en 2017, siendo un 3% superior a la media mundial esperada para esa fecha.
En esta misma línea de aumento espectacular de la…