Autor: Javier Borràs Arumí
Editorial: Alfabeto
Fecha: 2019
Páginas: 259
Lugar: Madrid

Descifrando China desde dentro

Isabel Gacho Carmona
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China es contradictoria, gris y opaca, pero también es fascinante, milenaria y cambiante. Un universo en sí misma y una pieza clave para entender el mundo. A medio camino entre el libro de viajes y el ensayo, Roja y gris: Andanzas y tribulaciones de un joven corresponsal en China, sumerge al lector en este complejo país a través de los ojos de un joven corresponsal español asentado en Pekín, su autor, Javier Borràs Arumí.

 

Montando el puzle

Teniendo en cuenta que el hilo conductor es la experiencia personal del autor, el libro trata de ofrecer una visión lo más completa posible del gigante asiático. Con cada anécdota, el periodista aprovecha para incluir nociones de historia, política, filosofía y sociedad. Borràs Arumí, que empieza declarándose admirador de Kapuscinski, confiesa más adelante que el estilo que busca seguir es el de Kaplan. “Su forma de mezclar el relato de viaje con historia dura y análisis político creativo es un modelo poco explotado fuera del mundo anglosajón, y algo a lo que me gustaría acercarme”. Efectivamente, y aunque las pretensiones de este libro son diferentes a las que busca el analista americano en los suyos, también te invita a viajar con él a la vez que te va ofreciendo análisis, mucha bibliografía y más información.

Es un viajero curioso y un periodista idealista. Te lleva por las calles de diferentes ciudades y pueblos chinos hablando con la gente, probando la comida, viajando en trenes-cama y entrando a discotecas, templos e iglesias. Pero quizá uno de los puntos más singulares es que el autor te hace partícipe de la creación del libro en el proceso. Mientras viaja reflexiona sobre sus fuentes como si hablara con un amigo y te invita a entender cómo va montando su puzle respecto a China –algo, por cierto, nada fácil de hacer-. En cualquier caso, no solo aprendes chino, trabajas o te tomas un whisky con él, sino que lo acompañas en sus lecturas, conversaciones y reflexiones. No te presenta la idea que se ha hecho de China, sino que la vas construyendo con él.

Vives la propaganda y la censura de la experiencia de la corresponsalía internacional allí. También las diferencias de trato y libertad respecto a los periodistas chinos. Pero el autor amplía la mirada en su búsqueda de un periodismo independiente y un análisis imparcial. Así, mientras te invita –con el escepticismo pertinente- a los viajes para periodistas organizados por el Gobierno a las fábricas tecnológicas del sur o a ser víctima del agenda setting oficial en aburridas ruedas de prensa, deja espacio también para criticar a la prensa occidental a la hora de cubrir el país asiático. Cuestiona los parámetros que siguen los medios de comunicación europeos y americanos, basados en el liberalismo anglosajón, y que tampoco ofrecen un análisis independiente sobre la realidad de China.

 

Algunas claves de China

No se puede comprender China sin su gente y Borràs Arumí lo sabe. Un país que ha sufrido cambios tan bruscos en los últimos 70 años es difícil de descifrar, pero varias conversaciones sobre política y deseos personales con chinos, -ya sean colegas, conocidos o compañeros de largos viajes en tren-, ayudan al proceso. Aunque muchas veces las respuestas sean sintéticas o esquivas.

El “desarrollismo chapucero” del Gran Salto Adelante y la intestina represión de la Revolución Cultural todavía viven en el imaginario colectivo. Pero, a la vez, en las últimas décadas, los chinos han visto la mayor salida de la pobreza de la historia, un boom económico y la creación de una importante clase media hipertecnologizada. Todo ello crea una realidad compleja, cargada de migrantes hacia las ciudades llenas de oportunidades de la costa, bien como trabajadores o como emprendedores para convertirse en uno de los tantos nuevos ricos del país. Esos que perdieron sus años de educación por la Revolución Cultural, pero que supieron aprovechar las oportunidades que brindó la apertura económica y hoy, con sus casas barrocas y sus bolsos de logos dorados, son la viva imagen de la movilidad social que trajo consigo el crecimiento.  “Si todas las clases altas conocen a Shakespeare, el ambiente comienza a oler a estancado, por eso un traje hortera es una de las cosas que más puede beneficiar a una nación”.

La complejidad de la China actual se pone de manifiesto también en la dualidad entre pasado y futuro. Hay una China milenaria y compleja con una personalidad apabullante. Y, a la vez, hay una China vacía y superficial que trata de emular a occidente con dudoso éxito. Las dos tienen cabida en el libro. La primera a través de los ojos de los padres de la filosofía política china, Confucio y Han Fei, cuyos legados intelectuales han servido para sustentar el poder de todas las dinastías hasta el Partido Comunista actual. También a través de autores contemporáneos de la talla de Yu Hua y Yan Lianke. Partiendo de que conocer los hechos históricos no es conocer la historia, Borràs los lee en su intento de comprender la China del siglo XX buscando esa experiencia a pie de calle que anhela y que hoy solo se puede encontrar en las novelas. Esa que Aleksiévich ofrece sobre la URSS en su Homo Sovieticus pero que no es tan fácil de encontrar en China.

La segunda China –la hueca- la encontramos paseando por las calles de Pekín, donde es imposible obviarla. Al hundirnos con el autor por los hutong –esos tradicionales barrios del centro de la urbe de casas bajas y baños comunitarios- encontramos muchos de ellos “modernizados” copiando la estética occidental, coreana o tibetana. En estos hutong remodelados donde proliferan los bares y donde un café cuesta lo que una comida, te acabas sintiendo más en un parque temático de cartón piedra que en el centro de una ciudad viva. Es allí también donde puedes encontrarte con skinheads amables y serviciales de estética punk pero reivindicaciones vacías.

De Pekín a Yunnan y de Xinjiang a Hong Kong. De los pequeños pueblos que rodean la Gran Muralla a las ciudades frenéticas. De la época de los Reinos Combatientes a Xi Jinping. De la melancolía al análisis político. Todos estos recorridos dan como resultado un libro a pie de calle, cómico, ligero y accesible. Pero a la vez reflexivo, intimista, completo y con un estilo que da gusto leer. En definitiva, Roja y gris: Andanzas y tribulaciones de un joven corresponsal de China es, a la vez, una lectura disfrutona y un marco interesante para acercarse a este país del que se escribe mucho pero se sabe más bien poco.