Lo sucedido en la primera mitad del año en Palestina, Líbano o Egipto anuncia para algunos una oleada democrática en el mundo árabe. ¿Son buenos deseos o existen razones de peso para pensar así? Mientras en otras regiones del mundo surgen y se estabilizan nuevas democracias, Oriente Próximo queda al margen, incapaz de salir de la opresión y el atraso, pese a la riqueza del petróleo.