En 1991 tienen lugar dos acontecimientos cuya relevancia resultará enorme en el medio televisivo árabe. Uno de ellos es el inicio de las emisiones desde Londres de la MBC (Middle East Broadcasting Center), la primera productora árabe privada e independiente de televisión por satélite. El otro es el primer doblaje destinado a un público adulto, la telenovela mexicana Tú o nadie (Televisa, 1985), emitida por la cadena libanesa LBC (Lebanese Broadcasting Corporation).
A partir de entonces, el consumo televisivo se panarabiza. Las poblaciones de los distintos países árabes, además de la diáspora, se convierten en destinatarios potenciales de un mismo producto audiovisual y el número de canales de televisión aumenta exponencialmente. En cuanto a la primera telenovela mexicana, su éxito, por un lado, inaugura la moda del consumo de productos de ficción no árabes, que actualmente priman sobre los de producción nacional. Por otro lado, la cuestión de la variedad de lengua empleada en su doblaje abre la caja de Pandora de la compleja situación sociolingüística del árabe. Un debate que va más allá de consideraciones lingüísticas y que apela a cuestiones ideológicas e identitarias.
La oralidad fingida, la lengua de la ficción audiovisual es a un mismo tiempo lengua escrita y lengua oral. El guionista construye, mediante el empleo de distintas estrategias y mecanismos estilísticos, un discurso que resulta verosímil y que, aunque fabricado, puede ser asumido como discurso oral espontáneo por parte del espectador. Esta característica de la lengua de la ficción audiovisual de ser a la vez oral y escrita coincide con la distinción de uso de la lengua que define la diglosia y que es propia de la lengua árabe.
La diglosia o coexistencia de dos variedades de una misma lengua, una vulgar que se considera inferior y otra culta que se considera superior, se corresponde…