Carl von Clausewitz nació en Magdeburgo en 1780 e ingresó en el ejército prusiano en 1792. Participó en numerosas campañas de la época revolucionaria y napoleónica, entre otras Austerlitz (1805), Jena (1806), Rusia (1812) y Waterloo (1814). Desde su juventud demostró pasión por el estudio. Entre 1801-04, en la Escuela General Militar de Berlín tuvo como profesor a Scharnhorst, el gran reformador del ejército prusiano, con quien mantuvo una estrecha relación. Posteriormente llegó a ser profesor y director de esta misma escuela. Murió de cólera en 1831 y fue su viuda, Marie von Brühl, quien publicó su obra, un total de diez tomos. Uno de ellos, De la guerra no estaba completo; había empezado a trabajar en él, en 1819, cuando la muerte le sorprendió.
El autor es un claro exponente de la corriente intelectual alemana que, desde principios del siglo XIX, utilizando la ciencia como instrumento, da un poderoso impulso a la sociedad. Como él mismo dice en el prólogo, De la guerra fue escrito “en el esfuerzo de indagar la esencia de los fenómenos guerreros, de señalar su enlace con la naturaleza que los constituyen. Nada se ha querido sustraer a la consecuencia filosófica”. Busca, por tanto, determinar los elementos permanentes y desarrollar una teoría general que contribuya “a educar la mente del futuro líder en la guerra, o más bien a guiarle en su propia formación, pero no acompañarle en el campo de batalla”.
A lo largo de toda la obra, Clausewitz combina los conceptos filosóficos con referencias al conocimiento experimental, fruto tanto del estudio histórico como de su participación directa en las campañas. Considera, en este sentido, que “investigación y observación, filosofía y experiencia ni pueden menospreciarse mutuamente ni se excluyen, ambas se prestan recíproca garantía”.
De la guerra fue el primer estudio verdaderamente filosófico que…