Después de años de un encendido debate político, EEUU ha decidido cortar de raíz las amenazas percibidas por una de las redes sociales más extendidas y de más rápido crecimiento. En primer lugar, por los riesgos para la seguridad nacional, debido a la cantidad de datos que recopila cada día sobre los usuarios. Y, en segundo lugar, por el riesgo psicológico que supone para los adolescentes, ya que el algoritmo de la plataforma prima vídeos de autolesiones o de trastornos alimenticios.
El Congreso de EEUU ya ha mostrado su preocupación por el funcionamiento de los algoritmos de las redes sociales, como en el caso de Facebook. Pero con TikTok la preocupación va más lejos porque su centro de decisiones no está en el país. De hecho, está en su rival. TikTok alega que ya ha abierto su algoritmo a los supervisores estadounidenses y que ha separado su actividad americana de la china, pero las dudas siguen presentes.
La votación en la Cámara muestra la preocupación de los dos grandes partidos políticos por la influencia que puede tener Pekín sobre la opinión pública estadounidense, así como por la recopilación de datos que está generando. Para evitar esta situación, la solución que se propone es que su matriz, ByteDance, venda la compañía a capital americano o de otra nacionalidad no china.
El expresidente de EEUU y candidato republicano Donald Trump ya intentó forzar la venta de la compañía a Oracle, pero la operación quedó suspendida cuando perdió la reelección. La vía actual es más institucional, vía legal, motivo por el cual el proceso será más lento, pero más eficaz. Sin embargo, su matriz china ha rechazado en numerosas ocasiones desprenderse de la popular plataforma, y ha anunciado acciones legales para evitar que la ley entre en vigor.
Pero la decisión…