El sector exterior español se enfrenta a diversos retos: los nuevos miembros de la UE, el alto crecimiento de mercados como el chino o el indio y el diferencial de los precios españoles con el de los países de su entorno. Mejorar nuestra competitividad requiere impulsar un modelo económico basado en la productividad, la diferenciación de producto y el estímulo a la I+D+i.