Un somero repaso de la historia de Colombia ayuda a entender la confusión y desconcierto político en que ha vivido el país desde el siglo pasado. Colombia no estaba predestinada a la violencia. Sus conflictos internos siempre han tenido un referente exterior. Por ello, para salir de su laberinto necesita, además de un acuerdo nacional, el apoyo de la comunidad internacional.