La reacción de Pekín contra Falun Gong, una secta espiritual, ha revelado su sorpresa ante la capacidad de movilización de este grupo, y su temor ante toda afiliación distinta al PCCh.
La reacción de Pekín contra Falun Gong, una secta espiritual, ha revelado su sorpresa ante la capacidad de movilización de este grupo, y su temor ante toda afiliación distinta al PCCh.