Los datos del Banco Mundial apuntan a un crecimiento del PIB de China del 2,8%, el ritmo más bajo en 40 años, lo que supone, además, un lastre para sus socios comerciales. China se quedaría así muy lejos del objetivo del gobierno de alcanzar un crecimiento del PIB del 5,5%. El principal motivo de este frenazo es la política de “Covid cero”, que provoca confinamientos continuos en las grandes ciudades chinas. Estos parones de la producción condenan al país a un crecimiento pírrico, donde la mejor noticia es que está consiguiendo evitar la recesión, al menos según los registros oficiales, porque otros indicadores alternativos muestran una contracción de la producción.
Uno de los indicadores más significativos es el de las exportaciones de terceros países. Corea del Sur es uno de los principales suministradores de bienes intermedios a las fábricas chinas, principalmente componentes electrónicos. En las primeras semanas de septiembre, las…