Los ciclos de alzas y bajas en los precios de las materias primas agrícolas obedecen desde 2005 a un patrón radicalmente nuevo. Problemas de seguridad alimentaria y en la balanza de pagos amenazan a los países pobres. ¿Cómo generar un desarrollo a través de la agricultura?
Casi 850 millones de personas viven en el mundo en condición de pobreza. El acceso a los alimentos básicos es un problema que caracteriza el día a día de la existencia de estas personas. Cada incremento en el precio de los alimentos puede tener efectos desastrosos. Las revueltas de los últimos meses en muchos países en desarrollo muestran los peligros de desestabilización derivados de los incrementos en los precios de los alimentos básicos.
Desde mediados de los años setenta hasta 2005 los precios internacionales de los alimentos siguieron una tendencia general decreciente. Esta evolución fue el resultado de la expansión de la oferta, causada por una mejora generalizada de la productividad agrícola y por las políticas internas y comerciales de los países desarrollados que durante años han subvencionado su producción de manera sustancial, contribuyendo así a generar un exceso de oferta a bajo precio. A partir de 2005, se ha invertido esta tendencia a la baja de los precios mundiales; los alimentos han aumentado de manera continuada y han alcanzado en algunos casos su mayor nivel desde los años setenta.
Según datos del Fondo Monetario Internacional, entre 2005 y 2007 el precio del trigo ha aumentado alrededor del 125 por cien, el más alto desde 1980. Durante el mismo periodo, el precio del maíz ha subido un 75 por cien, el de la cebada un 93, el de la soja un 83. El arroz se ha encarecido un 36 por cien en los últimos dos años, y el 100 por cien en cinco años….