El casino del clima. Cómo parar el juego
El calentamiento del planeta es una de las principales preocupaciones de la sociedad actual. En El casino del clima, William Nordhaus, profesor de Economía en la Universidad de Yale y premio Nobel de Economía en 2018, aborda el asunto desde cinco perspectivas bien diferenciadas que ayudan a entender mejor el fenómeno. Pero, ¿por qué un economista hablando de clima? El autor lo argumenta desde el principio: “Prácticamente todas las actividades económicas que desarrolla el hombre acarrean, directa o indirectamente, el empleo de combustibles fósiles”. Así, el cambio climático es un fenómeno producido por actividades económicas que causan daños a terceros que ni participan ni se benefician de las mismas. Nordhaus es el creador de un modelo cuantitativo que describe la interacción entre la economía y el clima que actualmente es usado en todo el mundo, como ya señaló la Academia Sueca de las Ciencias al concederle su galardón.
El cambio climático es un problema especial, ya que tiene un alcance global, afectando a personas de todo el mundo, y se proyecta en el futuro con total incertidumbre acerca de su desarrollo y consecuencias reales. En este libro, el autor analiza e identifica las implicaciones científicas, económicas y políticas del progresivo calentamiento del planeta, describiendo los pasos necesarios para reducir sus peligros. Lo hace con un lenguaje accesible y mostrando diversos puntos de vista.
En la primera parte de El casino del clima, Nordhaus repasa de la vertiente científica del cambio climático y recuerda que la causa última del fenómeno es la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo o el gas natural. Esto significa que en gran medida está causado por actividades humanas.
La segunda parte se detiene en el impacto del cambio climático: ¿debe alarmarnos una subida de temperatura de dos o tres grados centígrados? La clave estará en el impacto físico, biológico y económico que traerá consigo ese aumento. Asimismo, el autor diferencia entre sistemas manejables y aquellos que no lo son, ya que muchos sistemas humanos y naturales son imposibles de controlar. Y hace una predicción clave: los potenciales daños de estos sistemas se concentrarán en los países con rentas bajas y clima tropical, especialmente en África, América Latina, países costeros y el subcontinente indio. “El impacto potencial en estas áreas es muy serio”, asegura Nordhaus.
En la tercera parte del libro, el Nobel de Economía aborda los aspectos económicos de las distintas estrategias que quieren frenar el avance imparable del cambio climático. A su juicio, si de verdad se busca conseguir resultados, “los incentivos deben aplicarse a millones de empresas y miles de millones de personas”. Solo por esta vía podría reemplazarse el actual patrón de consumo basado en combustibles fósiles, por actividades bajas en emisiones.
“Ningún país se acerca, en la práctica, a los niveles de eficiencia que se plantean sobre el papel. La política climática suele ser una mezcla de regulaciones, impuestos energéticos y subsidios a tecnologías e industrias verdes”, lamenta el autor.
¿Impuestos o subsidios por el clima?
¿Cuánto deben reducir los países sus emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero? ¿Cuál es el calendario adecuado para hacerlo? ¿Es efectivo abordar el asunto con impuestos o subsidios? Son algunas de las cuestiones a las que Nordhaus responde en la cuarta parte de El casino del clima. Su punto de partida es una premisa clara: “Sabemos que es preferible exigir ya una reducción de emisiones que esperar a hacerlo más adelante”. Además, recuerda que debe penalizarse a quienes pretenden mantenerse al margen de los acuerdos climáticos y que la aplicación de las medidas debe realizarse de manera gradual.
En la última parte del libro se hace una aproximación realista a la situación actual, con el objetivo de identificar los obstáculos que frenan el desarrollo de medidas efectivas contra el calentamiento global. Aquí el autor señala el dilema nacionalista como uno de esos problemas y censura que muchos países se posicionen en contra de los acuerdos globales, manteniendo intactas sus estructuras económicas mientras el resto se ve obligado a introducir cambios costosos. Esta realidad no hace más que trasladar los costes de una generación a otra.
Pero Nordhaus no se queda en el simple análisis y repasa los tres pasos cruciales que la sociedad y sus ciudadanos debe dar, sin demora, para tener éxito en la lucha contra el cambio climático. El primero es entender y aceptar la gravedad del problema, tanto para los seres humanos como para la naturaleza. El segundo es la aprobación, por parte de los gobiernos nacionales, de medidas que graven la emisión de CO2 y otros gases de efecto invernadero. Aunque estas normas despertarán críticas y resistencia, el autor recuerda que la situación obliga a que estas medidas sean globales. Asimismo, apunta que es imprescindible conseguir cambios tecnológicos en el sector energético que nos acerquen a una economía más sostenible.
«Los seres humanos estamos poniendo en peligro nuestro planeta, pero podemos tomar medidas que nos ayuden a deshacer el daño causado», afirma Nordhaus. A su juicio, aún estamos a tiempo.