POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 135

Carta de Europa: La crisis que no cesa. Sólo si lidera, la UE existirá

José Enrique de Ayala
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Las consecuencias políticas y anímicas de la crisis no han tardado en aparecer en toda la UE: caídas electorales de los partidos gobernantes, auge del nacionalismo y una moral euroescéptica.

La crisis financiera y económica está lejos de superarse en la mayoría de los Estados europeos. En la UE hay 23 millones de desempleados, el 10 por cien de la población activa. En la zona euro, el crecimiento del PIB en el último trimestre de 2009 habría sido igual a cero, según las últimas estimaciones de Eurostat, situándose por debajo de la anterior estimación de un crecimiento del 0,1 por cien. Aunque el crecimiento del PIB supere el medio punto en el primer trimestre de este año, y se consolide en los siguientes, como es ya el caso de Francia, los incrementos serán aún muy moderados, al menos en 2010, y el desempleo -la más grave consecuencia de esta crisis en la UE- no empezará a disminuir hasta 2011, e incluso hasta 2012 en algunos países. En Alemania, el país con más peso en la Unión, el crecimiento previsto para este año es de un escaso 1,2 por cien, con un descenso del empleo de 1,6 puntos y un repunte del déficit público hasta el 5,7 por cien.

Será necesario tener paciencia al menos hasta el final de la presidencia española, pero en el caso de que en junio nada sustancial cambie, no sólo se habrá perdido una oportunidad histórica de racionalizar el sistema financiero internacional, o al menos sus actuaciones en Europa, sino que los europeos, entre otros, estarán arriesgando la pérdida de control sobre su futuro.

Si la UE no lidera –en concertación con la relativamente “keynesiana” administración actual de EE UU– una regeneración del sistema financiero y de los valores de la democracia liberal y social, a…

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