Abre este número el problema, a nuestro juicio de mayor actualidad, también el que más directamente afecta a los intereses españoles. Una ruptura del proceso de paz entre Israel, la Autoridad Palestina y los Estados árabes de su entorno tendrían directas e inmediatas repercusiones en España, por no hablar de los problemas que acarrearía a Europa una nueva crisis de precio y suministro del petróleo. (El precio promedio del barril brend se situaba, a lo largo de 1995 en menos de 17 dólares, 16,96 exactamente, para alcanzar en los primeros días de octubre los 23 dólares). Hemos pedido al decano de la facultad de Economía de la universidad de Nablús, el profesor palestino Hisham Awartani, un análisis de la crisis provocada por los últimos atentados de Hamas y la torpe respuesta del nuevo primer ministro, Benjamin Netanyahu. Un estudio histórico de la realidad de Jerusalén, escrito sobre el terreno, por Ramón Armengod –uno de los mejores conocedores de la materia– pone al día los riesgos y expectativas de la capital israelí en la que confluyen las tres grandes religiones, judía, cristiana e islámica.
La onda de choque de cada nueva explosión entre Israel y los árabes se extiende en horas, mejor que en días, desde el Atlántico al Pacífico. La repercusión en Argelia y Marruecos es inmediata: de ahí también la repercusión para España. Con los artículos dedicados a la crisis de Oriente Próximo publicamos dos estudios sobre Argelia y Marruecos, de Miguel Fernández-Palacios y Gema Martín Muñoz.
El antiguo delegado de Naciones Unidas-ACNUR, José María Mendiluce, analiza la situación de Bosnia después de las primeras elecciones celebradas, en medio de los escombros, en la pequeña república. Hay algo de impúdico, a nuestro modesto juicio, en el cansancio de la opinión pública europea, aburrida al parecer ante las noticias sobre…