Durante dos décadas China ha realizado una política comercial muy agresiva para ganar cuota de mercado global en casi todas las materias primas. Para ello ha contado con cobertura legal internacional, gracias a su entrada en la OMC en 2001 y la consecución de la cláusula de nación más favorecida. Asimismo, China ha utilizado costes laborales y regulatorios bajísimos, y utilizado algunas artimañas de ayudas públicas para hacer dumping y laminar la competencia exterior. El resultado es que hoy la República Popular es el protagonista indiscutible en la producción de muchos bienes básicos mundiales. Sin embargo, en los últimos meses ha cambiado su estrategia comercial en algunas mercancías clave como los fertilizantes, el acero o la carne de cerdo. En vez de incentivar las exportaciones, está haciendo lo opuesto, dificultarlas, para que los productos se queden en el país ante el incremento de la demanda interna.
China ha ordenado a…