En la actualidad, la República Popular China es el primer socio comercial de Brasil, desplazando a Estados Unidos, que mantuvo el primer lugar durante 80 años. Como consecuencia de la relación con China, Asia se ha convertido en el principal destino de las exportaciones brasileñas.
En 2009 se cumplieron 35 años del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Brasil y la República Popular China. Aunque en 1974 Brasil estaba bajo una dictadura militar y China sufría todavía los radicalismos de la Revolución Cultural, ambos gobiernos enfatizaron sus profundas diferencias mutuas, poniendo de relieve, sin embargo, la posibilidad de una acción conjunta en el sistema internacional que permitiese alcanzar objetivos comunes.
Así, desde el principio la colaboración sino-brasileña presentaba como objetivo una acción conjunta en asuntos de interés común de desarrollo en la agenda internacional, mostrando similitudes en algunos principios de política exterior, principalmente en la determinación de asegurar su autonomía internacional y en el énfasis en la soberanía nacional y en la integridad territorial; oponiéndose a cualquier tipo de interferencia exterior en asuntos internos.