La política de liberalización comercial de principios de los años noventa, la estabilidad del Plan Real y la apreciación de la moneda brasileña, determinaron un giro radical entre España y Brasil a partir de 1995. Para España y sus empresas, Brasil es hoy un socio estratégico.
Las relaciones económicas entre España y Brasil se han intensificado de forma significativa en los últimos tres lustros gracias a la expansión de los flujos comerciales y, sobre todo, a las inversiones directas de las empresas españolas. Ello ha determinado que Brasil sea hoy un país estratégico para España tanto por sus perspectivas de crecimiento de los próximos años, comenzando por el presente 2010, como por las oportunidades de inversión, concesiones y comercio. Brasil seguirá siendo un país clave para el desarrollo internacional de la economía española.