Somos poca cosa cuando estamos aislados, muy fuertes si estamos conectados. La conexión permanente y ubicua en comunidades cada vez más amplias, la vivencia en unas plazas del pueblo renovadas y cada vez más presentes en la vida social, cultural y política, nos hará más libres.
Somos mejores gracias a lo vivido y aprendido en Internet. Las sociedades híbridas ya reflejan e irán reflejando cada vez más los interesantes valores de esta renovada especie de individuos conectados que las habitan.
Es el aspecto social el más disruptivo, representado en el nuevo poder de la organización sin organizaciones, de la organización aumentada a partir de individuos que conectados son, individualmente y en colectivo, más grandes.
El término Sociedad aumentada que se propone significa que no estamos anulando ningún tipo de relación entre seres humanos, sino ampliando enormemente el abanico relacional, su variedad, sus posibilidades, su alcance, su influencia en la construcción individual y de las sociedades en las que vivimos.
Evolucionamos hoy a marchas forzadas desde el aislamiento hacia la hiperconectividad. Los medios tradicionales, los llamados mass media se han socializado, devolviendo a los espacios sociales interactivos la información. Han aparecido, además, nuevos medios de los propios espacios públicos, las ágoras, que gracias a la interconectividad pueden volver a realizar la función informativa que una vez les fue propia y que la complejidad del mundo, la sociedad del conocimiento y la necesidad de control de los gobiernos, delegaron en los medios de comunicación de masas…