En el contexto de las ciudades polarizadas y cuestionadas, la acción colectiva puede tener una influencia significativa y conducir al cambio político.
En muchas ciudades del mundo árabe, las tensiones políticas y el conflicto son sumamente frecuentes. ¿En qué condiciones se convierten los problemas urbanos en reivindicaciones políticas? ¿Qué formas y qué efectos de la acción colectiva pueden conducir al cambio político? Tomando Beirut Madinati –la campaña municipal de 2016 “Beirut, mi ciudad”– como caso práctico, analizaré por qué vías los problemas urbanos se convierten en temas clave de la protesta uniendo a diferentes activistas, coaliciones y ONG organizados colectivamente y fusionados en un movimiento político. Así, frente a las ideas predominantes, según las cuales en los países en desarrollo los movimientos políticos están atrapados entre el activismo y el clientelismo, o que la juventud árabe está poco comprometida políticamente, defiendo que los activistas urbanos del mundo árabe son capaces de unirse en un movimiento político y que, en determinadas condiciones, pueden desafiar a las oligarquías o a las autocracias.
Este artículo se suma a un cúmulo cada vez mayor de conocimientos sobre el activismo urbano en las ciudades del mundo árabe. Egipto está desempeñando un importante papel en este terreno a través de organizaciones e iniciativas como Takween o 10Tooba, que trabajan a favor del desarrollo centrado en la comunidad y los derechos urbanos. En Kuwait, un movimiento de jardinería urbana y de recorridos a pie están reclamando tímidamente la ciudad. En Irak, los jóvenes también están intentado reapropiarse de los espacios públicos. En Túnez, los planificadores urbanísticos han emprendido acciones relacionadas con diferentes aspectos del desarrollo regional, mientras que en Jordania, a pesar de la monarquía represora, la población se está organizando para cambiar su entorno urbano.
Políticas urbanas y gobernanza
En Líbano, la planificación se lleva…