POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 174

Bancos regionales y el desarrollo en América Latina

Los bancos multilaterales tienen un papel fundamental en la provisión de fondos para el desarrollo en las economías emergentes. De escala regional, subregional o interregional, estas instituciones son además generadoras de conocimiento en su área de actuación.
L. Enrique García
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La economía global ha cambiado profundamente en los últimos 20 años. Las naciones emergentes han ganado peso en el producto mundial y hoy suponen más del 60% del crecimiento global. No obstante, la brecha entre países industrializados y en desarrollo continúa siendo importante, y existen necesidades económicas, sociales y financieras en los mercados emergentes que no han podido ser satisfechas de manera apropiada. Enfrentar estos desafíos requiere una visión de largo plazo, reformas estructurales profundas y recursos financieros que sobrepasan las disponibilidades domésticas de muchas de estas economías.

Los bancos de desarrollo multilaterales han desempeñado un papel importante, apoyando a sus clientes en la consecución de un crecimiento económico de calidad, sostenido y sostenible, y proveyendo recursos financieros a largo plazo y en condiciones competitivas. Esto es relevante porque históricamente las economías emergentes no han generado el ahorro suficiente para financiar su inversión de largo plazo. Estas instituciones son aún más cruciales en tiempos de dificultades económicas, porque tienen un papel anticíclico y catalítico.

El objetivo original de los bancos multilaterales de desarrollo fue captar recursos financieros de largo plazo y canalizarlos hacia nuevas inversiones productivas en economías en desarrollo, principalmente para proyectos de infraestructura. Sin embargo, sus funciones han ido evolucionando y adaptándose a los cambios producidos en los países donde actúan, ampliando su radio de acción y diseñando nuevos instrumentos de apoyo. La institución pionera fue el Banco Mundial, como el primer banco multilateral global de desarrollo, pero nuevas instituciones regionales, subregionales y nacionales han surgido en respuesta a las cambiantes necesidades de las políticas de desarrollo económico.

Cabe señalar que los bancos regionales de desarrollo tienen ventajas comparativas, como por ejemplo la cercanía a sus clientes y un amplio conocimiento de las regiones y sectores donde operan. De particular importancia ha sido la definición clara de objetivos…

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