Para las empresas españolas, tomar parte en los proyectos ofrecidos por el Banco Asiático de Desarrollo debería ser una tarea prioritaria en su estrategia de posicionamiento en Asia. A pesar de los esfuerzos de los últimos años, la presencia de España es notoriamente reducida en esta región, que ofrece el mayor potencial de crecimiento en el mundo y donde ya están presentes los principales países de la Unión Europea.