Cinco años después de la publicación de un número especial sobre Marruecos (ECONOMÍA EXTERIOR, núm. 3, 1997-98), editamos este segundo monográfico destinado a mostrar la visión que tienen los marroquíes de su futuro económico inmediato, pero asimismo de su apreciación desde España y de los organismos internacionales sin que falten opiniones y análisis sobre las relaciones bilaterales. Desde aquel número han ocurrido grandes acontecimientos en el escenario internacional, en Marruecos, en la relación hispano-marroquí y en la marroquí-europea.
El 11 de septiembre de 2001 marcó un punto de inflexión en la actitud de Occidente y del mundo hacia el terrorismo. Los países occidentales han tomado conciencia desde entonces y como nunca de su vulnerabilidad frente al terror.
El andamiaje euro-marroquí o euro-magrebí, una vez firmados los acuerdos de asociación entre la Unión Europea y todos sus socios del Mediterráneo sur- occidental, ha incorporado el primer tramo del desarme arancelario que permitiría que en 2010 comience formalmente la zona de librecambio euromediterránea acordada en 1995 en el marco del proceso de Barcelona.
Durante el reinado de Hassan II se produjeron graves contenciosos territoriales con España, no agotados por parte de Marruecos, controversias difíciles como la originada por la descolonización del Sahara Occidental, que las Naciones Unidas aún no consideran definitivamente completada, enfrentamientos menores aunque recurrentes, como el de la pesca, pero también, y en especial desde los años ochenta, un espectacular desarrollo en las relaciones económicas entre los dos países. El Tratado de Amistad y Buena Vecindad de 1991 consagraría políticamente esa evolución. El soporte de ese tratado, en lo económico, es el puesto de segundo socio comercial de Marruecos alcanzado por España y refrendado por la presencia de unas 800 empresas españolas grandes y pequeñas.
Cuatro meses después de la muerte del rey Hassan II y de la llegada al…