Unas pinceladas sobre el modelo sueco: se han prohibido las reuniones de más de 50 personas y se ha recomendado el teletrabajo. A los mayores de 70 se les ha animado a permanecer en casa y se ha recomendado evitar cualquier viaje no esencial. Con todo, durante las últimas semanas, los cafés, restaurantes y gimnasios en Suecia se han mantenido abiertos. La batalla sueca contra el coronavirus, si se puede llamar así, es la más relajada de Europa.
“Vamos a tener que vivir con el Covid-19 por un largo tiempo”, dice Anders Tegnell, el epidemiólogo al frente de la estrategia sueca contra la pandemia. “En otoño habrá una segunda ola y Suecia tendrá un alto grado de inmunidad y el número de casos será muy bajo”, declara Tegnell en Financial Times. Su teoría es atractiva: dado que no parece que haya vacuna este año, se trata de minimizar el impacto del virus en el modo de vida sueco, proteger a los más vulnerables y fortalecer a la población para afrontar esa segunda ola. ¿Pero realmente está dando resultados? No parece claro. De hecho, el gobierno podría estar reculando. Su número de fallecidos por el virus es entre siete…