POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 118

Argelia, Europa y el gas, una asociación estratégica

Francis Ghilès
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La UE necesita un nuevo ‘frente gasista’ que compense la dependencia de Rusia. Argelia, como  suministrador fiable para Europa, tiene la oportunidad de impulsar la creación de una  asociación estratégica en el Mediterráneo que incluya a sus vecinos del norte de África.

El abuso de poder energético por parte de Rusia no es un buen presagio  ni para sus ciudadanos, ni para sus vecinos, ni para el resto  del mundo. Los amos de Gazprom, el gigante del gas propiedad del  Estado ruso, no se molestan en ocultar su deseo de que los grandes  proyectos energéticos sean cosa de familia, y no se privan de complicarle  la vida a aquéllos que, dentro de Rusia, pretendan plantarles cara. El ensañamiento  también es una característica del comportamiento ruso con  respecto a sus vecinos más próximos, Ucrania, Georgia y Bielorrusia, aunque  estos últimos distan de ser inocentes. El gobierno ruso no es el único  que intenta llevarse una parte mayor de las ganancias generadas por los altos  precios del petróleo y del gas, pero si se produjera una caída pronunciada  de los precios, su actitud hacia las compañías extranjeras que trabajan en  Rusia podría volverse en su contra.

Desde la interrupción del suministro de Gazprom a través de Ucrania el  1 de enero de 2006, la mayor parte de los análisis se han centrado en la dependencia  de la Unión Europea del gas ruso: de todo el gas importado por la  UE, un 42 por cien proviene de Rusia. A principios de este año, Noruega, de  donde procede el 27 por cien del gas, se comprometió a ser un “suministrador  de energía fiable”, concepto que ha caracterizado al país nórdico como  exportador de gas y petróleo. Aunque la creación de un gigante energético  noruego tras la fusión de Statoil y Norsk Hydro, valorada en…

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