POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 44

Argelia, especulaciones en torno a un futuro posible

Examen de cómo los intereses de Europa y España pueden verse dañados ante la posibilidad de que se cree un poder islámico en Argelia.
Alvaro de la Riva
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ESTA reflexión de naturaleza especulativa busca distinguir los elementos de “cambio/ruptura” de los de “continuidad” que, previsiblemente, se darían en una situación política imaginaria: la existencia de un Estado y un gobierno islámicos en Argelia. Este tipo de régimen político no existe hoy en el país árabe y no es mi propósito pronosticar su inevitabilidad. No obstante, es necesario preguntarse cómo y en qué grado se verían los “intereses” españoles, europeos y argelinos, afectados por una llegada del Frente Islámico de Salvación (FIS) al poder. La reflexión se ciñe, esencialmente, al comportamiento económico de un posible Estado islámico y al terreno de sus relaciones económicas internacionales.La cuestión se puede enfocar desde dos criterios. El primero sería el de la “capacidad” o margen de maniobra de ese Estado, muy condicionada por elementos de orden interno (demografía y debilidad de la producción nacional) o por elementos del sistema internacional (dependencia del mercado internacional y del crédito exterior). A este criterio puede añadirse el de la “motivación” de actuar en un sentido u otro, lo que está en estrecha relación con condicionantes de orden doctrinal o ideológico.

La construcción de “escenarios” se complica porque el FIS carece de programa económico conocido y, en su defecto, por la dificultad de apoyarse sobre bases inductivas, dada la escasez de experiencia empírica sobre la cuestión. De los Estados islámicos que conocemos, tan sólo Irán, por su carácter de potencia regional, por su economía mono-exportadora (13.000 millones de dólares anuales en ingresos de productos energéticos; Argelia, 9.800 millones), por su deuda externa (30.000 millones; Argelia 26.000 millones), por su necesidad de financiación para las importaciones corrientes (15.000 millones y 9.500 en el caso de Argelia), nos puede servir parcialmente de ejemplo para indagar sobre el futuro del caso argelino. No obstante, las diferencias entre ambos países,…

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