Francia atraviesa una etapa de declive. Una desacertada política económica, una arraigada cultura de planificación y el anquilosamiento de los partidos políticos son los principales problemas de un país que parece resistirse a los cambios.
Francia atraviesa una etapa de declive. Una desacertada política económica, una arraigada cultura de planificación y el anquilosamiento de los partidos políticos son los principales problemas de un país que parece resistirse a los cambios.