La elevación de los niveles de agilidad, transparencia y eficacia del aparato estatal peruano será condición necesaria para incidir de manera intensa y duradera sobre los niveles de informalidad, permitiendo al país andino avanzar hacia mayores cotas de desarrollo y prosperidad.
La preocupación por la informalidad o economía sumergida impregna buena parte del debate público peruano en materia económica y social. El abultado nivel de informalidad en Perú se relaciona con muchos de los grandes problemas del país: medioambientales y de seguridad laboral, escasa capacidad recaudatoria del Estado (17 por cien del PIB, entre las menores de Latinoamérica), las desigualdades sociales o los reducidos niveles de productividad e innovación. La informalidad constituye casi siempre el trasfondo, y en ocasiones el objetivo declarado, de las iniciativas económicas en discusión en el país (por ejemplo, la planteada retención fiscal a las percepciones de los autónomos recientemente rechazada por el Congreso).
La informalidad o economía sumergida es un concepto intuitivamente nítido, pero que en la práctica resulta sorprendentemente elusivo. No existe una definición unánime admitida, y los indicadores utilizados para cuantificarla son variados, sin que exista una referencia de aceptación general. Los trabajos académicos suelen evitar las definiciones estrictas y se limitan a buscar “manifestaciones” de este fenómeno que permitan capturar de manera indirecta algunos de sus rasgos distintivos.
Parecería, así, que de la informalidad puede decirse lo que afirmaba aquel magistrado del Tribunal Supremo estadounidense respecto a la pornografía: “Es difícil definirla pero cuando la veo la reconozco”. En todo caso, a efectos de poner cifras al fenómeno y realizar comparaciones entre países, en las líneas que siguen se identifica “informalidad” con “trabajo alegal”, desarrollado por cuenta propia o ajena (según definición de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El fenómeno de la informalidad, además de difícilmente definible, tiene una enorme complejidad…