La coalición rojiverde afrontaba nuevos obstáculos a su permanencia en el gobierno, tras los pobres resultados de las elecciones de 1999 en el Estado de Hesse. Pero la guerra de Kosovo ha venido a alterar en gran medida la escena política alemana. Tras la dimisión de Lafontaine, Schröder tendrá que volcarse, en contra de su intención inicial, en los asuntos de política exterior, y a él le compete asegurar a sus socios europeos respecto a su aún incierto liderazgo político.