No se puede privilegiar indefinida e impunemente el lado ?mecánico? del ajuste (equilibrios macroeconómicos, reformas financieras y monetarias…) sin preocuparse por las distorsiones sociales y culturales que podrían generarse. Se trata de hacer que el ajuste estructural sea más soportable a largo plazo y esto sólo se puede conseguir si se logra darle un rostro humano.