Agenda 2030: hacia un mundo mejor
La obra colectiva Agenda 2030. Claves para la transformación sostenible, fue presentada en el marco de los actos de clausura del 50 Aniversario de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) el pasado 7 de junio.
Según sus editoras Margarita Alfaro, vicerrectora de Relaciones Institucionales, Responsabilidad Social y Cultura de la UAM; Silvia Arias, directora de la Oficina de Acción Solidaria y Cooperación de la UAM, y Ana Gamba, técnica de proyectos de dicha oficina, la iniciativa surgió tras la firma del documento ‘Transformando nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible’, firmado por 193 países el 25 de septiembre de 2015 en el marco de la ONU. La Agenda 2030 presenta 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 metas que establecen un conjunto de prioridades y aspiraciones para que en el año 2030 nos encontremos en la dirección hacia un mundo mejor.
La Agenda 2030 es un desafío global que exige la reflexión y el pronunciamiento explícito desde la Academia. Con este libro el pensamiento crítico de la UAM asume el reto. De forma rigurosa, analiza aspectos fundamentales de los ODS en ámbitos como la democracia, paz y seguridad, género, salud, educación, migración o sostenibilidad económica y medioambiental. La meta: garantizar a todos una vida próspera, saludable y plena, además del fomento de sociedades pacíficas, inclusivas, igualitarias y justas.
Si bien la publicación ha sido impulsada por esta universidad no se trata tan solo de una guía práctica que recopila experiencias en materia de ODS con su eje en la UAM. El lector se encuentra asimismo ante una serie de reflexiones generales de los especialistas sobre cómo se puede contribuir al compromiso adquirido.
En su lúcido prefacio, ‘Reflexiones para el futuro’, el ex director general de la Unesco y actual presidente de la Fundación Cultura de Paz, Federico Mayor Zaragoza, afirma que ha llegado el momento de la acción para inventar el porvenir. Entre otras medidas insiste en la necesidad de refundar el sistema de la ONU, con voto ponderado y sin veto donde junto a los Estados estén representados los “pueblos”. Pueblos que representan mujeres y hombres con iguales derechos, oportunidades y deberes.
Han participado en la elaboración de la obra dieciséis investigadores y docentes expertos en los más diversos ámbitos de la UAM con la idea de fomentar el pensamiento crítico en la universidad. Con su profundo conocimiento de la Agenda 2030 tratan de integrar los ODS en la comunidad universitaria.
Agenda 2030. Claves para la transformación sostenible está organizado en seis bloques. En el primero, “Democracia, seguridad y paz”, la profesora de relaciones internacionales, Itziar Ruiz-Giménez, valora la inclusión de una dimensión política vinculada a la paz en la Agenda 2030. Sin embargo, entre otros aspectos, critica dos hechos. El silenciamiento de las causas de violencia que quieren eliminarse. Es decir, “no se ofrece un panorama completo de los riesgos y amenazas que configuran la realidad internacional”. Y la securitización (transformación de determinados asuntos en cuestiones de seguridad por los Estados, lo que implica el uso de medios extraordinarios en nombre de esa seguridad) con la que de forma creciente se prioriza la estabilidad sobre el desarrollo en las zonas de conflicto.
En el segundo, “Género”, la profesora de Sociología y directora de la Unidad de Igualdad de Género de la UAM, Cristina García Sainz, incide en su transversalidad, al estar presente en la totalidad los objetivos y en cada una de las metas. Con todo, existe una especial vinculación del objetivo de la igualdad de género con el de acabar con la pobreza, en gran medida feminizada. En este sentido, es esencial visibilizar el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado reconociendo su centralidad en la vida cotidiana. Por su parte, la profesora de Filosofía del Derecho, Cristina Sánchez Muñoz, expone el recorrido de la igualdad de género en los ODS. Señala que las debilidades de los ODS han alertado a las organizaciones feministas, sobre todo en lo que se refiere a la falta de mecanismos de rendición de cuentas de su cumplimiento.
En el bloque, “Salud”, Julio Ancochea, profesor de la Facultad de Medicina habla de la dimensión humana de la medicina en la UAM. La catedrática de Antropología Cristina Bernis propone enlazar los progresos en salud y género mediante un análisis cuidadoso de los indicadores utilizados impulsando así la sostenibilidad.
En la sección “Educación” se habla del papel de la Academia para orientar la ciencia hacia los ODS. La ciencia ética es aquella que tiene en cuenta a las personas, que repara en el principio de justicia, busca el beneficio social sin exponer a las poblaciones a riesgos innecesarios, y, ante todo, evita la maleficencia.
Se subraya la importancia del trabajo coordinado de los niveles local, autonómico y nacional, a la hora de evaluar los progresos alcanzados en la garantía de los derechos de la infancia y su impacto sobre los ODS. Vuelve a hacerse hincapié en que todos los objetivos y metas de la Agenda 2030 están interconectados. En este contexto conviene señalar el compromiso que España debe adoptar para el cumplimiento de la Agenda 2030 fuera de nuestras fronteras. La Agenda genera importantes retos a la cooperación española en un momento en el que hay importantes cambios que abordar. Durante los últimos veinticinco años se ha tomado conciencia de la importancia que tiene su contribución en la vida de millones de niños, niñas y adolescentes. Al mismo tiempo, hay que constatar que en un decenio España ha reducido su cooperación cinco veces más que ningún otro país donante. El V Plan Director 2018-2021 de la cooperación española proporciona una magnífica oportunidad para que nuestro país contribuya al cumplimiento de los ODS.
Por otro lado, una educación que ayude a la consecución de los ODS desde los principios de la justicia social ha de ser equitativa, democrática y crítica. Esto implica una educación centrada en el estudiante, colaborativa, experiencial, intelectual, crítica, multicultural y activista.
En el quinto bloque, “Migración”, Carlos Giménez, catedrático de Antropología Social y director del Instituto DEMOSPAZ-UAM, presenta experiencias llevadas a cabo en la UAM con relación a las migraciones y la gestión de la diversidad. Considera que con respecto a la Agenda 2030 y los ODS el papel de la universidad consiste en aportar conocimiento, formación y transferencia.
Para la profesora de Antropología Liliana Suárez-Navaz la movilidad y las migraciones tienen entidad suficiente para ocupar un lugar más destacado en la Agenda 2030. No obstante, y aun habiendo adquirido una importancia sin precedentes, son abordadas de forma transversal y escasa. Lo ha definido como “la política de la no política”. Para ilustrar la situación explica ejemplos de su trabajo en Frontera Sur en alianza con otras organizaciones.
En el bloque final, “Sostenibilidad económica y ambiental”, el catedrático de Ecología Javier Benayas señala la importancia de la participación de la comunidad universitaria como requisito para las transformaciones. La dinamización de procesos participativos internos funciona desde hace mucho tiempo como piedra angular en la intervención la UAM.
Por último, el catedrático de Organización de Empresas José Miguel Rodríguez-Antón habla de la Economía Circular (EC). La EC –en contraposición al paradigma lineal clásico fundamentado en la extracción de recursos desechando lo que aparentemente ya no sirve– aspira a conciliar el enfoque medioambiental con el económico. Pretende reducir el consumo de recursos (materiales y energéticos) y por tanto la generación de residuos en el proceso de producción, circulación y consumo. Contempla entre otras actuaciones que los productos, una vez utilizados, vuelvan a incorporarse al proceso mediante su reutilización y reciclaje. A esas 3R se añaden las de renovar, recuperar, reemplazar, reelaborar, reincorporar. Otras podrían ser reparar, rediseñar y repensar.
Este cambio económico va a posibilitar y requerir nuevos modelos de negocio, inversiones, reglas de consumo… Las barreras a superar pueden clasificarse en técnicas, financieras y de mercado, institucionales y de aceptación por parte de los consumidores.
Existe una profunda relación entre los ODS y la EC. Aunque con una dimensión más específica la EC como modelo puede impulsar, de forma determinante, hasta diez de los diecisiete Objetivos.
La EC quizá se ha incorporado con cierto retraso en nuestro país y estamos por debajo de la media de la UE. No obstante, se han estado acometiendo iniciativas importantes con lo que España está mejor posicionada en algunos indicadores de EC. La evolución es favorable.
En cuanto al grado de cumplimiento de los ODS, pese a ocupar la vigesimoquinta posición de los 156 países analizados en el último informe, también nos encontramos por debajo de la media de los países de la OCDE.