Life’s but a walking shadow, a poor player
That struts and frets his hour upon the stage
And then is heard no more. It is a tale
Told by an idiot, full of sound and fury
Signifying nothing.
William Shakespeare, Macbeth, Acto 5º, Escena V, 25.
El veto migratorio a siete países árabes y musulmanes. La retirada del Acuerdo de París sobre Cambio Climático. El abandono de las negociaciones sobre el Tratado Transpacífico de libre comercio (TPP, en inglés). La demanda de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte con México y Canadá (Nafta). Los desplantes a los aliados de la OTAN y la Unión Europea. La continua desestabilización de Oriente Próximo, sea desde el apoyo a Arabia Saudí contra Catar, la hostilidad hacia Teherán y el cuestionamiento del acuerdo nuclear o el traslado de la embajada de Estados Unidos en Israel a Jerusalén. La escalada retórica con Corea del Norte y China. O la aún más sorprendente y sospechosa actitud conciliadora hacia Vladimir Putin por parte de alguien que no ha ahorrado calificativos a ningún líder mundial.
¿Responden todas esas medidas a un plan coherente o son el resultado de una gran improvisación, de tal manera que los historiadores, en un futuro, solo podrán hablar de lo ocurrido como en el fragmento de Macbeth: ¿“ruido y furia, cuento contado por un idiota que nada significa”? ¿Es justo ahora, después de años de debate y especulación sobre el declive americano, cuando podemos certificar el fin del liderazgo de Estados Unidos, paradójicamente, a manos de un líder cuyo programa político único y principal impulso electoral ha sido el de “hacer a América grande otra vez”? ¿O será el caso que el inmenso poder económico y tecnológico de EEUU, más su tupida red de alianzas, convertirá…