Cerca de un millón de los habitantes de España son de confesión musulmana. Aunque mayoritariamente integrados en el país, la creciente presencia del activismo islámico exige una mayor implicación de los poderes públicos en la gestión del islam español.
El islam español se encuentra en un proceso de profunda transformación como consecuencia del creciente número de inmigrantes musulmanes llegados al país en los últimos años. Los conversos españoles, promotores del proceso de institucionalización de las comunidades musulmanas en España y defensores de una lectura del islam más adaptada a la realidad europea, están paulatinamente perdiendo cotas de poder en beneficio de asociaciones más conservadoras inspiradas en el ideario político-religioso de los Hermanos Musulmanes y en la ortodoxia del wahabismo saudí. Como en el resto de Europa, el activismo islámico gana cada vez más adeptos.
El incremento de los flujos migratorios en España y su cercanía al Magreb han producido un aumento considerable de la población musulmana en los últimos 10 años. La cuantificación de la misma es tarea ardua y compleja. A 1 de enero de 2007 había 715.477 residentes legales en España procedentes de países de mayoría musulmana. Si a ello se une la cifra de musulmanes nacionalizados españoles, conversos y emigrantes ilegales, la población de confesión musulmana residente en España podría acercarse al millón de personas, lo que supone aproximadamente un 20 por cien de la población extranjera residente en España.
El principal colectivo está formado por los nacionales de Marruecos, que constituyen más de un 70 por cien del total de musulmanes residentes en España. Le siguen en importancia los nacionales de Argelia, Pakistán, Irán, Líbano, Siria, Egipto y Túnez. La mayor parte de los inmigrantes de origen marroquí y argelino son hombres que han emigrado a España en los últimos 15 años para trabajar en el…