#25años25libros: las mil caras de la globalización
The Lexus and the olive tree, de Thomas L. Friedman.
False Dawn: The Delusions of Global Capitalism, de John Gray. New Press, 1998.
En paralelo al resquebrajamiento del muro de Berlín, otras murallas más etéreas caían con menor estrépito pero mayor impacto. Las finanzas se hacían globales. El comercio empezaba a saltar casi todas las barreras. Mercado y tecnología convergían. Con el fin de la guerra fría, esta tendencia se aceleró. Y los años noventa dieron la bienvenida a la globalización, caracterizada por el cuestionamiento del orden westfaliano y su premisa central, la soberanía del Estado, cuya capacidad de actuación interna y externa se ha visto condicionada desde entonces por la tendencia a una mayor integración e interdependencia entre los países y regiones del planeta. El mundo volvía a ser plano.
El periodista Thomas Friedman popularizaría esta idea en The Lexus and the olive tree. Según Friedman, “la globalización no es una tendencia, sino un sistema internacional; el sistema que ha sustituido al viejo sistema de la guerra fría y que, como él, tiene sus propias reglas y lógica que, directa o indirectamente, influyen en la política, el medio ambiente, la geopolítica y la economía de, virtualmente, todos los países del mundo”.
Las alabanzas al nuevo sistema se sucedieron. El advenimiento de un nuevo mundo sin fronteras traería la paz y la prosperidad, superadas las divisiones que provocan los conflictos. El mito de la aldea global cobraba fuerza. Sin embargo, presuponer que la globalización resolvería el problema del orden internacional no dejó de ser una forma de triunfalismo que olvidaba las lecciones de la historia, como señaló el profesor de la London School of Economics John Gray en False Dawn. “Un libre mercado mundial no se autorregulará, como tampoco lo hicieron los libre mercados nacionales de otras épocas –apuntaba Gray–. A menos que se reforme radicalmente, la economía mundial corre el riesgo de fragmentarse en una trágica repetición de las guerras comerciales, devaluaciones competitivas, colapso económico y convulsiones políticas de los años treinta”.
Como siempre, ambos han tenido, y siguen teniendo, parte de razón. En una primera fase, los elementos económicos y comerciales primaron en la percepción y estudio del fenómeno de la globalización. Los atentados terroristas del 11 de septiembre marcaron el inicio de una segunda fase, devolviendo a un primer plano la política, la seguridad y lo militar. Tras una globalización blanda se pasaba a una globalización dura. Una tercera fase, con elementos regresivos, se ha producido con el estallido de la crisis financiera de 2007 en Estados Unidos. Algunos fantasmas de los años treinta –guerra de divisas, proteccionismo, depresión– han regresado con fuerza.
#25años25libros. Mirando hacia atrás, los últimos 25 años aparecen como un periodo que marca el fin de una era. En nuestro 25 aniversario, ofrecemos un repaso por los 25 libros que han ayudado a entender mejor la dinámica de esta transformación y el nuevo mundo que ya está aquí.