Este año se celebra el 25º aniversario de la Red. ¿Qué ha cambiado desde que sir Tim Berners-Lee, un científico de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN, por sus siglas en francés), diese este regalo al mundo en 1989? Posiblemente sería más fácil responder a la pregunta de qué no ha cambiado. El uso generalizado de la Red en comunidades de todo el planeta ha afectado prácticamente a todos los aspectos de la existencia humana, la mayoría de las veces para bien, y en ocasiones para mal. La forma en que llevamos a cabo los negocios, el funcionamiento de las democracias, cómo nos relacionamos con otros seres humanos…, aspectos fundamentales de la sociedad y el bienestar son diferentes de como eran hace un cuarto de siglo para las personas con acceso a la Red. Elaborar una lista exhaustiva de estos cambios sería casi imposible, lo que constituye un testimonio del extraordinario poder de este invento.
Antes de proseguir, dejemos clara una cosa: la “Red” no es lo mismo que “Internet”. Permítanme retroceder algunas décadas para compartir un poco de historia. Las redes de comunicaciones datan de mucho tiempo antes del advenimiento de la World Wide Web. La historia podría comenzar en muchos lugares; el invento del transistor en los laboratorios Bell en 1947 es un punto de partida plausible. El desarrollo de redes de conmutación de paquetes a finales de la década de los cincuenta condujo a la realización de trabajos revolucionarios por parte de investigadores académicos y gubernamentales que crearon Arpanet y otros diseños relacionados a finales de los años sesenta y setenta. Dichas redes fueron la vía hacia Internet tal como lo conocemos. Sobre estos sólidos cimientos tecnológicos, Berners-Lee desarrolló la Red: un sistema para enlazar documentos de hipertexto accesibles a su vez a través de…