Cada año comienza con inevitables predicciones sobre los acontecimientos que determinarán el estado del mundo 12 meses después. La “primavera árabe”, la catástrofe de Fukushima y la crisis de la deuda en la Unión Europea desbarataron cualquier predicción para 2011, un año del que se hará balance todavía por largo tiempo. La agenda de 2012 aparece marcada por la fecha de las elecciones en países clave: Rusia, Francia, México, Venezuela y Estados Unidos. También en China habrá un traspaso de poder este año, aunque en este caso sin elecciones, que se concretará en un nuevo gobierno a principios de 2013.
Conocer de antemano –a veces con total certeza– los nombres de los futuros dirigentes no basta para analizar la posible evolución de un país. Incluso aunque algunos líderes repitan, el contexto nunca es igual. La Rusia que con mucha probabilidad devolverá la presidencia a Vladimir Putin en marzo, tras cuatro años como primer ministro, protesta hoy en las calles contra el fraude de las legislativas del 4 de diciembre. Decenas de miles de jóvenes rusos movilizados por las redes sociales están pidiendo reformas políticas, en las mayores manifestaciones desde hace 20 años. En Venezuela, la enfermedad de Hugo Chávez no ha alterado de momento sus planes de reelección en las presidenciales de octubre, pero ha impulsado una reorganización de la oposición, en un país que mira cada vez más a Brasil como modelo de izquierda latinoamericana.
Política Exterior seguirá los grandes y pequeños movimientos en estos escenarios. Comenzamos por China, quizá el relevo de dirigencia que más incertidumbre despierta, pese a saber ya que Xi Jinping y Li Keqiang serán designados, respectivamente, presidente y primer ministro durante el 18º Congreso del Partido Comunista Chino (PCCh) del próximo otoño. Para algunos la quinta generación de líderes de la República Popular garantizará…