Francia quiere impulsar durante su presidencia semestral del Consejo Europeo la flexibilización del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que debería retomarse en 2023. Su argumento es poderoso: no repetir los errores que condujeron a la crisis del euro de 2012. Para ello propone que el marco fiscal no obligue a realizar duros ajustes a los países hasta que disminuyan su deuda pública al 60% del PIB. En el caso de España, esto supondría rebajarla a la mitad, mientras que en Italia o Grecia el esfuerzo sería incluso superior.
Para lograrlo Francia no solo quiere aprovechar su presidencia en el Consejo, también busca acercar posturas con el nuevo gobierno socialdemócrata alemán de Olaf Scholz. El presidente francés, Emmanuel Macron, se reunió con el canciller alemán en diciembre para preparar el debate de las reglas fiscales. La buena sintonía entre las dos partes fue la constante de dicha reunión y de las…