La presidencia sueca del Consejo de la Unión Europa pone al país nórdico bajo el foco. Miembro de la UE desde 1995, con una población de algo más de diez millones de habitantes y el sexto PIB per cápita de los Veintisiete, Suecia toma el timón de algunas reuniones clave en el engranaje institucional de la UE en uno de los años más complicados para el club.
Destaca en especial el temporal económico. Es probable la inminente entrada en recesión, con una economía renqueante que mantiene todavía una inflación que roza el 10%. La tensión comercial con Estados Unidos, un aliado indispensable, genera inquietud. A ello se suma la crisis energética, menos grave de lo temido antes del invierno, pero para nada una cuestión resuelta. A lo que se suman otros coletazos de la guerra en Ucrania, además de algunas patatas calientes, como la falta de una política migratoria común, un…