El deterioro democrático en algunos países de la UE –un club de 27 Estados que solo admite nuevos socios si estos cumplen una serie de requisitos fundamentales, como el respeto al Estado de Derecho– no es nuevo. Hasta ahora, la UE había estado de brazos cruzados –más allá de la retórica– frente a los atropellos democráticos que practican países como Hungría y Polonia. Nunca más. Una nueva sentencia del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) allana el camino para que la Comisión Europea pueda ejercer una presión financiera sin precedentes sobre los incumplidores.
La sentencia del Tribunal avala la legalidad del Mecanismo de Estado de Derecho, un instrumento que por primera vez da poderes suficientes a la Comisión para cerrar el grifo de los fondos a un país, si queda demostrado que no respeta la ley y que el dinero de los contribuyentes europeos está siendo usado de manera…